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Martín Lupin, 17 años, marplatense. Desde muy pequeño, a partir de un taller en el colegio IDRA se interesó por las matemáticas, y tras mucho entrenamiento, conocimiento y creatividad llegó a participar de la IMO (International Mathematical Olympiads) en Noruega. En esta entrevista, nos cuenta su experiencia y da algunos consejos para quienes, como él, se animan a asomarse al universo abstracto y apasionante de la matemática.

¿Cómo llegó la matemática a tu vida?

Martín: Me gusta matemática desde chico. Empecé acá en IDRA en la primaria participando de un taller de Desafíos Matemáticos que se hacía fuera del horario de clase. Al tiempo me enteré de las Olimpíadas y ya en tercer o cuarto grado empecé a entrenar para participar.

No fue un camino directo. Primero tuve el provincial que me fue mal, no me salió resolver nada. Y tomé eso como un impulso y me puse a estudiar más. Encontré un sitio en internet que explicaba muchas cosas que necesitaba y entrené un montón. Con eso llegué al nacional y me fue bárbaro, salí campeón. Y luegovarias veces repetí la experiencia. Y de ahí se me abrió el camino a los internacionales.

En 2019 participé del torneo Rioplatense donde obtuve medalla de bronce. Participaron chicos de Brasil Uruguay, Paraguay, Perú y Argentina. En esa oportunidad fue en San Isidro, en Buenos Aires y fue la primera vez que la matemática me hizo viajar.

Luego de la Rioplatense, tuve la Cono Sur, la competencia Sudamericana. Como fue en pandemia los representantes de cada país participábamos desde una sede en capital. Y después de eso… ¡llegó Noruega y la IMO (International Mathematical Olympiads)! Lo cual fue algo totalmente inesperado. Fue convivir con 600 chicos de todo el mundo, los mejores de cada país, y competir y compartir con ellos. Porque más allá de la competencia, lo mejor fue conocer personas que les apasiona lo mismo que a mí… y poder viajar.

¿Como es entrenar matemática?

Martín: Si bien no se trata de pesas, es como un entrenamiento deportivo: hay que practicar, practicar y practicar. No sirve aprenderse de memoria un teorema, ni siquiera sirve aprenderse de memoria todos los teoremas y fórmulas. Lo importante es saber usarlos como si fueran herramientas. Elegir qué formula usar, con cuál combinarla, en qué orden.
La combinación de conocimiento, experiencia, práctica y creatividad es lo que hace que puedas tener ideas matemáticas y resolver problemas. Porque aunque cada problema es único, no hay una única manera de resolverlo. Hay que encontrar el propio camino.

¿Qué consejo le darías a un chico o chica que está como estabas vos en la primaria, empezando a ver que le gustan los números?

Martín: Que practique, por supuesto. Y que no se deje vencer. Cuando no quedé en el provincial, fue un impulso para entrenar más. Me dije: “esto no me puede pasar de nuevo”. Y me puse a estudiar.
Y también buscar ayuda. En profes, en programas, en videos. Hay mucho material que sirve para aprender herramientas.

¿Hay algún problema en el que estés pensando últimamente?

Martín: Sí, hay un problema que creamos con un compañero de olimpiada. Pero no lo pudimos resolver todavía… La verdad que la satisfacción al poder resolver un problema, es genial. Cuando se te ocurre la solución es un momento ¡Eureka! Estas metido en algo que no entendés del todo y de pronto todo se ilumina.

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