Hace algún tiempo, uno de mis grandes referentes intelectuales, Eduardo Kaplan (que se desempeñó durante gran parte de su trayectoria profesional en altos cargos en grandes empresas y hace varios años comparte la aventura de intentar sumar al desarrollo de las PYMES) me tiró una frase como al pasar, que yo validé instantáneamente, casi sin pensar. Me dijo “Fijate que hace ya bastantes años, que los referentes del liderazgo ya no vienen desde la política, sino de otras áreas. Los libros de liderazgo son sobre casos empresariales, líderes empresarios, deportistas, ya no más sobre estadísticas, políticos, militares que cumplieron con grandes gestas”. Con el descreimiento que hay sobre la política y los políticos asumí la frase sin más. Y no estamos hablando de Argentina, este es un fenómeno mundial. Cuando estudiábamos el liderazgo, cuando buscábamos referentes para desentrañar sus acciones, sus estilos, como tomar decisiones, recurríamos a los grandes Estadistas de la historia.
Es así que quienes intentábamos aprender sobre el tema, leíamos biografías, opiniones, estudios, o lo que encontrásemos, de figuras como Alejandro Magno, Julio Cesar, Napoleón, Winston Churchill, San Martin, Sarmiento, en fin, figuras descollantes en su influencia histórica. La mirada siempre fue al margen de lo ideológico y con un sentido constructivo sobre cómo hacer este liderazgo. Es interesante entender de dónde salieron, cómo fue su infancia, cómo forjaron su carácter, cuáles eran sus motivaciones, charlarlas y compartirlas con otros. De allí surgen ideas y cuestiones prácticas para aprender y aplicar en el día a día, ya que las mencionadas historias no son teorizaciones sobre lo que se debería hacer, sino prácticas que pertenecen a la realidad, y que contienen aciertos y errores, lo que da a mi criterio, mucha más riqueza para el debate.
Otro amigo, Gustavo Frattini (médico y empresario), me recomendó un libro hace poco, sobre la vida de John Lennon contada en primera persona (“Lennon, de David Foenkinos). Alguien podrá pensar por qué nombro específicamente las personas involucradas en lo que estoy contando. Justamente porque a mi entender la construcción de conocimiento se basa en la curiosidad y el compartir con otros esas curiosidades que nos van llevando a acercarnos a ciertos conceptos o ideas.
La cuestión es que el mencionado libro me llevó a pensar de vuelta en esta idea de los Líderes y desde dónde construyen su liderazgo. Sin dudas John Lennon fue y sigue siendo una inspiración hacia la búsqueda de un mundo mejor independientemente de sus ideologías, flagelos personales y hasta algunas contradicciones.
El liderazgo de John Lennon
John Lennon, además de ser reconocido como un músico y compositor de renombre mundial, también fue conocido por su activismo político. Se involucró en varios movimientos y causas políticas, y utilizó su plataforma para abogar por el cambio social y la paz. Es decir, usó su influencia y fama hacia un objetivo en el cual estaba totalmente convencido. No lo hizo para generar más fama o dinero, sino que lo hizo de manera honesta.
Uno de los momentos más destacados fue su participación en el movimiento pacifista durante la Guerra de Vietnam. Junto con su esposa, Yoko Ono, organizó protestas pacíficas, como el famoso “Bed-In for Peace” en 1969. Durante una semana en marzo de este año, Lennon y Ono se instalaron en una cama en el Amsterdam Hilton Hotel y recibieron a los medios de comunicación de todo el mundo. Su objetivo era utilizar su fama y notoriedad para generar atención y discusión en torno al tema de la paz.El evento fue altamente mediático, y Lennon y Ono hicieron declaraciones a los periodistas, discutieron sus puntos de vista sobre la guerra y transmitieron un mensaje de amor, paz y unidad.
El “Bed-In for Peace” capturó la atención del público y los medios de comunicación, y aunque algunos lo vieron como una especie de acto publicitario, el evento logró generar una discusión significativa sobre la paz y los conflictos internacionales. Las imágenes y grabaciones de Lennon y Ono en la cama del hotel se convirtieron en símbolos icónicos del movimiento pacifista.Disruptivo, escandalizador, fuera de la línea. La distancia histórica del hecho nos permite centralizarnos en la figura y su búsqueda, al margen de estar de acuerdo o no con algunas de sus propuestas y líneas de pensamientos, ya que, debido a su postura política y su activismo, Lennon también fue objeto de controversia
Lamentablemente, la vida y el activismo político de John Lennon fueron truncados trágicamente el 8 de diciembre de 1980, cuando fue asesinado a tiros frente a su residencia en Nueva York. Su muerte fue un golpe para la comunidad artística y activista. El asesino de John Lennon fue Mark David Chapman, quien disparó contra él frente a su residencia en el edificio Dakota en Nueva York.
Chapman, un admirador perturbado, había estado esperando en las afueras del edificio Dakota durante todo el día y le pidió un autógrafo a Lennon antes de cometer el acto. Esta es la última foto que se registró del artista Hasta hoy, el asesino sigue diciendo que el único motivo para hacerlo fue la búsqueda de fama. Esa misma fama que Lennon usaba como catalizador de sus ideas fue el principal motivo de que su vida terminara de forma abrupta y temprana.
El liderazgo de John Lennon nos inspira por varios motivos. Su autenticidad ya que no tenía miedo de mostrar sus vulnerabilidades.Esto le permitió conectarse con otras personas de manera profunda. Su creatividad y originalidad canalizadas en un enfoque único, con una voluntad de desafiar las convenciones establecidas fomentando la creatividad y el pensamiento fuera de lo común. Su valentía que lo mantenía firme a pesar de sus críticas. Virtudes difíciles de encontrar en un político.
Pero si nos queremos inspirar, el que busca encuentra.