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Los lobos marinos

Los lobos marinos son “los verdaderos dueños de Mar del Plata”, según contó a CENTRAL la bióloga marina Gisela Giardino. Llegaron a la ciudad mucho antes que los hombres y volvieron después de un largo tiempo. La especialista describió cómo son, qué hacen y cómo viven y se reproducen.  

Son curiosos, algo vagos y comen de todo. No hacen amistades, pero se ubican siempre en el mismo territorio. Nadan tan bien que en siete días pueden llegar a la Patagonia. Los lobos marinos son un símbolo de Mar del Plata, pero no es frecuente hablar de ellos. Son atractivo turístico en la banquina del puerto, están hechos en piedra en la Rambla, les prestan el nombre al premio que se les otorga a los deportistas, pero generalmente de ellos no se conoce mucho más.

La bióloga marina Gisela Giardino, doctora en Ciencias Biológicas por la Universidad Nacional de Mar del Plata, investigadora asistente de Conicet y docente, los investigó durante años y, en una entrevista con CENTRAL, brindó detalles de su historia, características y comportamiento.

La especialista tiene 45 años y, si bien nació en Bahía Blanca y vivió hasta los 8 años en Oriente, un pueblo cercano a Tres Arroyos, suele decir que es de Necochea, donde vivió hasta que se vino a estudiar a Mar del Plata. “Siempre me gustó el mar, pero cuando estaba en la secundaria no sabía lo que quería estudiar −contó−. No sabía lo que era un biólogo, no se me había ocurrido esa carrera en ese momento. Me gustaba Veterinaria, pero se dictaba en La Plata o en Tandil, dos ciudades sin mar. Y eso no era una opción para mi vida: yo sin mar no vivo”.

También se declara enamorada de los lobos marinos, el animal al que describe con conocimiento de causa.

Sobre lobos marinos

¿Cuál es el nombre de nuestro lobo marino?

El nombre científico es Otaria flavescens. Otaria viene del griego otarion, que significa orejas. Todos los lobos marinos son otarios, quiere decir que todos tienen orejas, a diferencia de las focas. Si uno está en la playa, encuentra un animal y está en la duda de si es una foca o un lobo, le tiene que mirar las orejas. Si tiene orejas, es un lobo marino. Flavescens también viene del griego y quiere decir amarillo. Porque el primero que los describió lo hizo en base a un juvenil, que tienen un color de pelo amarillento. En base a esa descripción, se puso el nombre, que significaría “Amarillo con orejas”.

¿Desde cuándo los lobos marinos habitan estas tierras?

Mi director, el doctor Diego Rodríguez, junto con Ricardo Bastida iniciaron una investigación que fue más de tipo biológica pero histórica, mirando todos los diarios de viaje. Esta zona de Mar del Plata es muy distinta del resto de la costa de la provincia de Buenos Aires, donde hay médanos, arena y nada más. Como nosotros tenemos la floración rocosa que termina en el agua, es muy distinta. Entonces, a todos los navegantes les llamaba la atención. Y, cuando anotaban en su bitácora de viaje, todos registraban la presencia de lobos marinos. Drake, por ejemplo, en 1570 registró en todos los afloramientos rocosos de nuestra zona presencia de animales y lobos marinos. No sabían de qué especies eran, pero los navegantes dibujaban. Gracias a sus dibujos se pudo establecer que no sólo había lobos marinos, crías de lobos marinos, sino también elefantes marinos en la zona. Que no es lo mismo. El elefante es una foca. Este verano aparecieron un montón en la costa. Ahora a nosotros puede resultarnos raro, pero para la Mar del Plat antigua era normal.

¿Cuántos lobos había?

A partir de los diarios de viaje se estimó que había 600 mil. Muchísimos más de los que hay ahora, que son 500. Los jesuitas hicieron una descripción muy exhaustiva de la zona y registraron todas las loberías. Y a partir de la descripción de los jesuitas se pudo saber dónde estaban las loberías, los asentamientos. En Punta Iglesia había uno; otra en el Torreón y otra en Cabo Corrientes. Esas eran la Lobería Norte. Y después estaban la Lobería Sur, que era Punta Cantera, y Mogotes, que se denominada la Lobería Grande

¿Qué pasó con esa cantidad de lobos?

Cuando llegó el ferrocarril, las loberías del centro empezaron a desaparecer por todo el movimiento que hay. Quedaron las del sur.

¿Los lobos se fueron o los cazaron?

Se fueron, pero también se cazaban. Hay una revista, “Guía del turista marplatense”, donde se promocionaba Mar del Plata de esta manera: “Venga y cásece un lobo marino”. Es decir, se promocionaba la caza deportiva de los lobos marinos en la Lobería Grande, la de Mogotes, que era la única que había quedado. Ya en 1897 Fernando Lahille, que fue el padre de la biología en nuestro país, no encuenta ninguna lobería. Desaparecieron todas. No quedaban lobos marinos.

¿Cuándo volvieron?

En la década del 60, cuando empezó a crecer el puerto. Al haber descarte pesquero, se empiezan a asentar en la escollera del Club Náutico, que antes se conocía como La Isla de los lobos. Ahí empiezan a aparecer y paulatinamente empiezan a colonizar hasta el número de animales que tenemos hoy, que en promedio son 500. Si uno lo compara con lo histórico, es el uno por ciento de lo que había.


 

Así son

¿Qué características tienen nuestros lobos marinos?

En un principio se pensaba que la colonia de acá era como la de los perdedores: son todos machos, que no se reproducen, que están tirados… Para ver quién es quién y dónde están, marcamos a algunos. Y después nos empezaron a llegar fotos y preguntas de investigadores de Madryn y de Uruguay: preguntaban quiénes estaban marcando a los lobos. Ahí nos dimos cuenta de que en verano, que es la época reproductiva, se trasladan a reproducir, tienen su harén y después vuelven.

¿Entonces acá tenemos una colonia solo de machos?

Sí, son todos machos de distintas edades con predominancia de juveniles y subadultos. Pero además, con este marcado que hicimos, se pudieron ver un montón de cosas. También que hay mucho intercambio entre Mar del Plata y Necochea durante todo el año. Entonces, por ahí lo que nosotros interpretamos como dos loberías, la de Mar del Plata y la de Necochea, para ellos es todo lo mismo. Es como ir acá a la vuelta. Acá comen merluza y allá ranella. Se adaptan. También vimos

que no tienen amigos. No es que el 1 y el 2 estaban juntos siempre. O el 3 y el 4. Pero sí tienen zonas. Son territoriales aun fuera de la época reproductiva. Los que están en la dársena del puerto siempre están ahí, los que están en la Base, en la Base; los que están en el Náutico, en el Náutico, tienen su territorio. Otra cosa que también pudimos hacer con el marcado fue estimar el tamaño real de la población.

¿El lobo va a tener cría con la hembra y vuelve?

Claro, no tienen cuidado parental. Es un sistema reproductivo en el que un macho accede a muchas hembras, para eso tiene que pelear, tiene que tener fuerza. Los machos maduran sexualmente a los tres, cinco años, pero recién pueden acceder a pelear por una hembra casi a los diez.

¿Cuáles son las maneras de retener a la hembra?

No dejándola que vaya al agua. Tiene que tener fuerza para que no se le escape y se le vaya al agua. La hembra, a partir de los tres años, ya está receptiva, ya puede ser copulada. Queda preñada, pare al año, un poquito antes, tienen una semana libre y ya quedan de vuelta embarazadas. Y le tienen que dar de lactar al cachorro de la temporada que acaba de nacer. Que también tiene un año de lactancia. Entonces, están embarazadas un año, lactando a la vez, por eso no se mueven mucho, se quedan siempre cerquita del lugar de cría.

¿Son agresivos entre ellos?

Fuera de la época reproductiva tienen interacción de tipo entrenamiento. Se rugen. De hecho, estamos estudiando, a partir de que yo ahora trabajo con acústica pasiva; escucho a los animales. Pongo un micrófono a casi todo lo que camina. El objetivo principal es el delfín franciscana, pero como los lobos me encantan, si bien no son parte principal de mi tesis el año pasado me contacté con una investigadora que trabaja en acústica de monos. Dio una charla en un congreso y le dije eso que ella hacía lo quería hacer con los lobos. Se vino para acá y todo el invierno pasado estuvimos grabando vocalizaciones de los machos acá en la lobería para entender esto. Y lo que estamos viendo es que hacen las mismas vocalizaciones que en la reproducción, pero más tranquila, como que están aprendiendo, casi una colonia de entrenamiento. No se lastiman.

Lo que sí, en febrero, marzo, es normal ver a los animales lastimados y flacos producto de que retornaron de las colonias reproductivas y durante el mes que dura la reproducción el macho no come, porque si se va a comer al mar viene otro y le roba la hembra. Antes se pensaba que el macho alfa era el papá de todas las criaturas. La genética descubrió que no. Y los jóvenes que no pueden acceder a la hembra a veces forman banditas, raptan a una hembra y la copulan. Se llaman redadas grupales.

¿Y de qué se alimentan?

Tienen un sistema por el que van, comen un poquito, vuelven y le dan de comer a la cría. Por eso es muy importante en todo ese año que no haya ningún fenómeno en el mar o algo que la deje sin alimento. Porque si la hembra tiene que gastar energía en irse a buscar comida más lejos, el cachorro que está en tierra se queda sin comer. Las hembras se alimentan principalmente de presas de fondo, como pulpos. El macho, como no tiene ningún cuidado parental, no interviene en nada. Para no competir con el alimento de la cría y la madre, se va a los puertos, que son lugares de comida gratis. Va y coloniza otros lugares.

¿Los machos cazan para comer?

Son vagos. Si no hay comida, salen a cazar, pero si tienen comida gratis… La comida más frecuente en Mar del Plata es la merluza de talla pequeña. O sea, la que no sirve para comercializar. Pero son generalistas, comen de todo. Les rompen redes a los pescadores, van atrás de las redes.

¿Nadan?

Sí, nadan bien. A la Patagonia llegan en siete días, lo tengo registrado, llega (nadando). Son ágiles en el mar.

¿Cuánto vive un lobo marino?

Un promedio 20 años.

¿Cómo se llevan con la temperatura del ambiente?

Son mamíferos como nosotros, regulan la temperatura. Si bien tienen el pelo que los protege y grasa no tan gruesa como las focas, termorregulan. Entonces, cuando hace calor los van a ver más cerca del agua o tirándose y cuando hace frío buscan el asfalto, los lugares más calentitos. Y otro comportamiento que tienen es que sueñen estar uno arriba del otro, también para estar calentitos.

¿Si alguien se les acerca, son agresivos?

Tienen distintas personalidades, como nosotros. Tengo una teoría no probada de que los de coloración más verde son los más malditos. Me han sacado corriendo. El año pasado me acorraló uno. O sea que no hay que confiarse. Algunos se asustan y se van corriendo; otros se quedan indiferentes y otros te sacan corriendo.

¿Se los puede acariciar?

No, porque tienen enfermedades. Así como tuvieron la gripe aviar pueden ser portadores de tuberculosis, brucelosis… Tienen bacterias en la boca, entonces mejor que estén ellos en su hábitat y nosotros del otro lado.

¿Por qué tienen el olor que tienen?

Porque comen pescado y hacen caca ahí donde están. En la época en que yo estudiaba los lobos, usábamos directamente“ropa de puerto”. Una ropa que no la podíamos usar para otra cosa. Si te estornudan, te queda súper impregnado. Pero el olor fuerte que a veces se siente en distintas partes de la ciudad viene de las fábricas de harina de pescado, no de los lobos en sí.

¿El depredador del lobo marino quién es? ¿De quién se tienen que cuidar?

De nosotros. En la Patagonia, la orca que preda sobre los cachorros. Pero acá en Mar del Plata no. Tenemos orcas, pero acá la orca come el delfín franciscana, aparte de comer peces. No se come a los lobos de acá, que son animales grandes. Por nosotros sufren la contaminación, la basura en la que viven. Están muy habituados, son muy resistentes, pero igual sufren.


El vínculo con la ciudad y su gente

¿Por qué están acá? ¿Cuáles son las condiciones de Mar del Plata para que los lobos marinos vivan acá?

Primero, yo creo que hay una cuestión histórica ligada a Mar del Plata. No hay que olvidar que ellos estaban antes que nosotros. Son los verdaderos dueños de la ciudad. Dirán: “Era nuestra esta ciudad, éramos muchos y volvimos porque ya históricamente los afloramientos rocosos nos gustaban”. Y obviamente el puerto y el descarte pesquero hace que sigan estando cómodos acá.

¿Cómo es la relación del lobo marino con la pesca?

En general no es muy amistosa porque el lobo marino va detrás de las redes, suele romper las redes, come parte de la captura. No sólo en Mar del Plata. Este lobo es endémico de Sudamérica. Se distribuye del sur de Brasil hasta Tierra del Fuego, y por Tierra del Fuego sube en el Pacífico hasta Perú. Hay algunos registros en Ecuador, pero Perú sería el último lugar. Y en toda su área de distribución hay problemas con las pesquerías. De hecho, en Chile con la salmonicultura ya no saben qué hacer. Porque van y les comen a través de las jaulas, chupan la panza de los salmones. Son animales cognitivamente habilidosos. Aprenden muy rápido. En Necochea les ponen un “espantalobo”, pero el primer día le temen y el segundo se dan cuenta de que no es nada y se suben igual arriba de la lancha, les hacen caca… Hasta han hundido lanchas pequeñas. Así que no hay una relación muy buena.

¿Cómo es el vínculo con los marplatenses y con los turistas que se les acercan?

Los lobos están habituados a la presencia del público. Casi como los perros. Cuando fue la pandemia empezaron a colonizar nuevos espacios, empezaron a escalar más arriba, a subirse arriba de los autos. Ellos cuando pueden copan el territorio. Cuando el alambrado no estaba o estaba roto, ellos pasaban para el lado de la calle, ocupaban todo el asfalto calentito, tipo piqueteros.

¿Cómo se llevan con los deportistas náuticos?

No les hacen nada. Los surfistas nos cuentan que nadan al lado de la ola. Los lobos son curiosos, miran. Los del sup o las lanchas nos dicen lo mismo. Los miran, pero nunca tuvieron una interacción negativa, sino de respeto y alegría de compartir el espacio. Son como si fueran un perro marino. De hecho, en la materia de mamíferos marinos, cuando vemos el esqueleto de un lobo marino lo comparamos con el de un perro, porque por dentro es muy similar.

Los has estudiado mucho tiempo. ¿Percibís que te reconocen?

Los empecé a estudiar en 2003 con mi tesis de grado y hasta el 2012 los seguí estudiando. No lo sé. Pero lo que sí sé es que cuando yo marcaba a uno y al tiempo quería marcar al mismo, me resultaba imposible.

Antes se los podía cazar. ¿Ahora están protegidos por ley?

Sí, está prohibido cazarlos, hacerles algún tipo de daño. Se cazaban en nuestro país hasta la década del sesenta. Hoy en día en Puerto Madryn todavía se ven los antiguos picaderos: se ven todos los cráneos de los lobos acumulados con un agujero. Porque se los mataba con un pico en la cabeza. Por eso los picaderos. Pero hoy, como todos los maníferos marinos, están protegidos por ley. Está prohibida la caza, la comercialización. Hay una idea muy antigua de la gente, que quizás no llama al oceanario para que no se los quede. Pero eso está prohibido por ley. Los oceanarios están auditados tanto por Fauna Nación como por Fauna Provincia y por la Municipalidad. Tienen una historia de cada animal que ingresa y tienen la obligación de liberarlo si sobrevive. Eso de quedárselo pasaba antes, cuando no existía esta legislación; en la década del ochenta, cuando no se tenía la conciencia de conservación que se tiene ahora.

¿Entonces no hay casos de caza en el medio del mar?

Una cosa es la ley y otra cosa es que se cumpla la ley. Lamentablemente sí hemos encontrado animales con perdigones en la cabeza, balazos. Pero los balazos que hemos encontrado no han sido a veces causa de muerte, porque tienen mucha grasa en la cabeza.


El símbolo

¿Qué animal es el más simbólico de Mar del Plata?

El lobo marino, sin suda.  De hecho, lo que hoy conocemos como Torreón era segunda lobería. Muchas zonas estaban descriptas con nombres de lobos. Una curiosidad: el Partido de Lobería se llama así porque antes llegaba hasta Mogotes: el límite era la Lobería Grande. No es que en Lobería hubo lobos. Otra: en Barranca de los Lobos nunca hubo lobos. Hubo un error en la traducción y originalmente era Barranca de los Loros. Todavía hay loros barranqueros en esa zona. Esa también podría ser una especie típica del lugar.

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