Programa educativo de fortalecimiento a la comunidad
En las últimas décadas, la incorporación de la mujer en el mercado laboral formal ha provocado cambios en la sociedad. Las tareas de cuidado de adultos mayores y niños en el seno familiar comenzaron a compartirse con personas ajenas a dicha estructura, contratadas exclusivamente para tal fin.
En el marco de esa coyuntura general, y puntualmente en el ámbito de influencia de OSDE como organización dedicada a la salud, se detectó que frente a casos de internación y de alta médica hacía falta un eslabón: una figura que actuara como nexo entre la persona cuidada, la familia y el equipo de salud.
Así, de la mano de Fundación OSDE, nace Asistente en el arte de cuidar, una capacitación de cuidadores de personas que así lo requieran, ya sea por edad o enfermedad, tanto en el ámbito domiciliario como institucional. La necesidad de contar con un recurso formado para el cuidado no atañe solamente a personas que transitan una enfermedad o poseen una discapacidad. En muchos casos, personas en edad avanzada precisan de una figura formada para acompañarlos en todas sus actividades de la vida diaria, con el objetivo de prevenir posibles lesiones o enfermedades y promover envejecimientos más saludables.
Esta propuesta, de carácter teórico-práctica, es gratuita y abierta a la comunidad. Se lleva a cabo, desde hace 21 años, en distintas ciudades del país a través de la red de Filiales de OSDE, en articulación con distintas universidades, instituciones de salud y municipios locales.
El cuidador se desempeña como un sustituto familiar con capacitación multidisciplinaria. La calidad y la profundidad de los contenidos y de las prácticas propuestas, desde un concepto de bienestar bio-psico-social, permiten la formación de profesionales y, al mismo tiempo, brindan una gran cantidad de beneficios que impactan positivamente en los distintos actores de la relación paciente-equipo de salud- familia-cuidador y en la comunidad. Alguno de ellos son los siguientes:
- Posibilitan la permanencia del paciente o adulto mayor en el ámbito de sus afectos, en un contexto social de protección y gratificación emocional, con el fin de mejorar su calidad de vida.
- Promueven y fortalecen la autonomía del paciente en la utilización de sus capacidades físicas, mentales y afectivas, y evitan posibles lesiones o accidentes .
- Brindan tranquilidad a la familia al contar con una persona formada para un adecuado acompañamiento del paciente o adulto mayor.
- Favorecen la incorporación al equipo de salud de una persona entrenada que facilita la comunicación, el tratamiento y el seguimiento entre el paciente, el equipo y la familia.
- Proporcionan herramientas de prevención y promoción de salud que permiten que los cuidadores se conviertan, a su vez, en agentes primarios de salud, lo que contribuye a mejorar la calidad de vida en sus comunidades.
- Ofrecen respuesta a la demanda social de personas que, por falta de capacitación, no pueden acceder al mundo laboral.
El curso tiene una carga horaria total de 202 horas, distribuidas en una primera parte teórica y una segunda parte práctica. En cada encuentro, distintos profesionales que conforman el equipo de salud abordan un amplio abanico de temas para asegurar una formación con excelencia académica que integre el aporte desde las distintas disciplinas que conforman el ámbito de la salud.
La instancia práctica se realiza en centros de salud y permite que los alumnos implementen lo aprendido en la teoría, siempre guiados y supervisados por personal de enfermería de la institución. Asimismo, esta experiencia les da la posibilidad de estar inmersos en la realidad sanitaria de la comunidad en la que viven.
Como mencionábamos antes, gran parte del éxito del programa es resultado del esfuerzo colectivo entre organismos gubernamentales, instituciones privadas de salud y universidades. Por lo general, los organismos gubernamentales suman docentes a los cursos y aportan centros de práctica, al tiempo que potencian las convocatorias por el vínculo que tienen en sus comunidades. Por su parte, las universidades aportan docentes y brindan aval académico, enmarcando el curso dentro de sus propuestas de actividades de extensión universitaria a la comunidad.
En línea con estas articulaciones, cabe destacar que en julio de 2017 se firmó un convenio con el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación que reconoce a la Organización como formadora de cuidadores domiciliarios de adultos mayores. Esto permite a los egresados de Asistente en el arte de cuidar inscribirse en el Registro Nacional de Cuidadores Domiciliarios, una herramienta gratuita para acceder a información pública y confiable sobre quienes acrediten formación para la atención de personas mayores.
La posibilidad de formar parte de este registro jerarquiza el rol, además de convertirse en una oportunidad para conseguir trabajo, ya que cualquier persona del país puede acceder a esta plataforma gratuita y buscar un cuidador por zona de residencia.
A partir de la realización de distintos cursos y, sobre todo, del diálogo permanente con los cuidadores formados, se identificó la necesidad de generar un espacio que agregue valor y propicie el crecimiento de los egresados a través de la capacitación contínua. Como consecuencia de ello, desde 2017 se realizan jornadas de actualización en las que un profesional especializado aborda distintas temáticas sugeridas por los mismos cuidadores a partir de sus experiencias laborales. Estos encuentros resultan muy valiosos porque funcionan como encuentros de capacitación y de intercambio de experiencias que nutren el conocimiento sobre necesidades y nuevas posibilidades de abordaje.
Si bien, estas actividades se organizan desde Filial Metropolitana, se transmiten en vivo a todos los egresados del país a través del canal de Youtube de Fundación OSDE.
Con el mismo espíritu, también se desarrolla Asistente en el Arte de Cuidar Niñas y Niños, un espacio dirigido a promover el desarrollo integral y saludable en la primera infancia.
Este curso ofrece recursos y conocimientos a quienes asuman el compromiso de cuidar niñas y niños y que van a cumplir un rol determinante en su crecimiento, para promover una crianza respetuosa que permita aprender a aceptar y respetar las diferencias. De este modo y en consecuencia, se busca propiciar el desarrollo de sociedades más sanas y menos violentas.
OSDE y Fundación OSDE, como organizaciones dedicadas a la salud, comprometidas con las comunidades en las que está presente, expresa su interés en el cuidado de las personas a través de sus valores organizacionales, entendiendo el concepto de salud como una comunión de esfuerzos para lograr el bienestar físico, mental, emocional y social de todos los miembros de una comunidad. Asistente en el Arte de Cuidar es un aporte genuino en este sentido.
Asistente en el Arte de Cuidar en números:
- En 2002, se llevó a cabo la primera edición del curso. Hoy, cosecha 21 años de implementación.
- Se realizaron 91 ediciones para el cuidado de adultos y 25 ediciones para el cuidado de niñas y niños.
- A lo largo de todos estos años, se formaron más de 4000 cuidadores en todo el país.
- Más del 72% de las personas capacitadas son mujeres mayores de 26 años.
- Casi el 64,5% de los egresados de Arte de Cuidar, continuaron capacitándose en disciplinas afines.
- el 79% afirma haber conseguido trabajo como cuidador luego de la capacitación.